viernes, 22 de mayo de 2015

La primera vuelta al mundo contada por los Griegos

Por su parte, los griegos se encargaron de recopilar todos los conocimientos, rumores y secretos que habían escuchado en las colonias fenicias conquistadas y así surgieron los cantos épicos como la Odisea e historias como la de los argonautas.

No es casualidad que todos esos poémas épicos e historias surgieran justamente cuando las colonias fenicias fueran absorbidas por la cultura griega, mucho más extrovertida y volcada en mostrar al mundo su gran potencial cultural. 

jueves, 21 de mayo de 2015

Los fenicios y América

Nunca os habéis preguntado cómo es posible que Ulises pasara tantos años perdido con su barco en el Mediterráneo. Justamente en un mar tan pequeño donde la distancia entre el punto más alejado del mar con respecto a su costa más cercana puede recorrerse en barco en uno o, como máximo, en dos días. Suena extraño ¿verdad? Pues eso es lo que la arqueología ha querido demostrar relacionando la situación de Troya con la descripción del viaje de Ulises realizada por Homero. Sin embargo, la realidad que se esconde detrás del viaje de Ulises es la descripción de muchos viajes realizados por los fenicios. Para este pueblo de grandes navegantes, el mundo conocido iba más allá de la cuenca del Mediterráneo y de su orilla.

Al contrario que los griegos, los fenicios siempre fueron un pueblo introvertido al que no le gustaba relevar sus conocimientos.  Es más, protegieron sus puntos de abastecimiento inventándose historias de monstruos que asustaban a los marinos de otros pueblos. Así, usando el engaño y aprovechándose de la tendencia del ser humano en creer en supersticiones y en el más allá, pudieron garantizar el monopolio sobre sus productos.  Y de este modo, no solo consiguieron el monopolio sobre sus productos sino que pudieron expandirse sin temer ningún tipo de competencia. La expansión de sus viajes fue un elemento vital para la supervivencia de este pueblo de comerciantes. Así, por ejemplo, cuando se agotaron las minas de estaño del sur de la Península ibérica, los fenicios cruzaron el estrecho de Gibraltar y navegaron hacia el sur de Inglaterra en busca de nuevas minas y materias primas.

Esto divide las navegaciones fenicias en dos tipos. Por una parte tenemos la navegación por las rutas comerciales en las que se iban estableciendo colonias. Estas colonias están ampliamente documentadas por la arqueología. Y, por otra parte, podemos considerar los viajes de exploración cuyo fin era abrir nuevos mercados y encontrar materias primas que luego revendían a los pueblos del este mediterráneo.

Con la caída del mundo fenicio debido al creciente dominio de los asírios, las colonias de Sicilia y el sur de Italia se convirtieron en presa fácil para los griegos. Cartago intentó salvar lo que quedaba del mundo y la cultura fenicia pero finalmente sucumbió. En consecuencia, los fenicios abandonaron las rutas comerciales secretas del Atlántico y desde sus colonias en el sur de la Península ibérica amenazaron con hundir los barcos que se atrevieran a poner rumbo hacia las aguas del Atlántico. Las historias de monstruos marinos hicieron el resto evitando que pueblos mucho menos versados en el arte de la navegación y construcción de barcos lo intentaran.

Se sabe, porque se han encontrado restos arqueológicos, que los fenicios estuvieron en las Islas canarias en busca de tinte púrpura, en el sur de Inglaterra en busca de estaño y en las Azores. Sin embargo, en las Azores no hay nada que pudiera interesar a este pueblo de comerciantes. ¿Y si a este punto no hubieran llegado desde el estrecho de Gibraltar sino que fuera el punto de retorno de América? Las corrientes y los vientos son favorables a esta teoría. Para ir al Caribe desde el Mediterráneo se sale al Atlántico y se pone Rumbo a las Canarias. Una vez allí se aprovechan los Alisios y en poco tiempo se llega al caribe. Y para volver del Caribe al Mediterráneo la ruta lógica pasa por las Azores. Esa también fue la ruta que tomó Colón.